
Curso gratuito, que se realizará este mes de noviembre en San Vicente del Raspeig a través de la concejalía de juventud.
Va dirigido a mujeres de 12 a 32 años.
Plazas limitadas.
Apuntate haciendo un click aquí.
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Va dirigido a mujeres de 12 a 32 años.
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Defensa Personal Femenina en San Vicente del Raspeig en Alicante.
Tv12 de Alicante se ha acercado a vernos y poder ver de primera mano como impartimos las clases en San Vicente del Raspeig.
A partir del día 1 de abril de 2019.
Clases durante todo el año.
Las técnicas tienen base en el Aikido, que es un arte marcial que no busca la confrontación. Este punto la convierte en una disciplina especialmente interesante para abordar la resolución de conflictos sin violencia, ya que proporcionará conocimientos para evadir sin enfrentamiento una situación complicada contra alguien de mayor fuerza y/o tamaño basándose no en la fuerza sino en la habilidad y la técnica.Este arte marcial NO tiene competición.El Aikido es un camino de superación personal, de superación de obstáculos.Usa la mente como herramienta principal.La violencia no es más que el reflejo de las inseguridades de las personas.El Aikido ayuda a controlarla.No se necesita hacer daño para defenderse.
Clases dirigidas por Fernando Villsanta 5º Dan Aikikai y ShidoinPrueba una clase GRATIS sin compromiso.Te esperamos.
El maltrato es una situación que puede presentarse en todas las clases sociales, aunque la incidencia parece ser un poco mayor en niños que viven bajo condiciones socioeconómicas de pobreza. Hasta el momento existen diferentes explicaciones sobre este tipo de actitudes por parte de los adultos, y se ha visto la influencia en alguna manera de las situaciones de gran estrés que hacen que toda la furia de la persona recaiga en el niño. Pero además, en muchos de los casos, quien comete el abuso tiene antecedentes de haber sufrido el mismo tipo de agresión durante su infancia o es una persona que tiene muy poca capacidad de controlar sus impulsos. Es obvio que por las diferencias de tamaño y fuerza entre adultos y niños, estos últimos sufran grandes lesiones que pueden incluso causarles la muerte.
Condiciones como la pobreza, nivel educativo bajo, paternidad o maternidad en personas que como tal no han consolidado un hogar o que son solteras, el abuso de sustancias psicotrópicas como las drogas y el alcohol y otra serie de factores, se han relacionado con estas agresiones, aunque siempre hay tener en cuenta que el maltrato infantil se puede dar en todas las clases sociales.
Los niños criados en hogares donde se los maltrata suelen mostrar desórdenes postraumáticos y emocionales. Muchos experimentan sentimientos de escasa autoestima y sufren depresión y ansiedad, por lo que suelen utilizar el alcohol u otras drogas para mitigar su estrés psicológico, siendo la adicción al llegar la madurez más frecuente que en la población general.
Los efectos que produce el maltrato infantil no cesan al pasar la niñez, mostrando muchos de ellos dificultades para establecer una sana interrelación al llegar a la madurez.
Algunos niños sienten temor de hablar de lo que les pasa porque piensan que nadie les creerá. Otras veces no se dan cuenta que el maltrato de que son objeto es un comportamiento anormal, y así aprenden a repetir este «modelo» inconscientemente. La falta de un modelo familiar positivo y la dificultad en crecer y desarrollarse copiándolo, aumenta las dificultades para establecer relaciones «sanas» al llegar a adulto. Puede que no vean la verdadera raíz de sus problemas emocionales, hasta que al llegar a
adultos busquen ayuda para solucionarlos.
Para muchos niños que sufren de maltrato, la violencia del abusador se transforma en una forma de vida. Crecen pensando y creyendo que la gente que lastima es parte de la vida cotidiana; por lo tanto este comportamiento se torna «aceptable» y el ciclo del abuso continúa cuando ellos se transforman en padres que abusan de sus hijos y estos de los suyos, continuando así el ciclo vicioso por generaciones.
Se podria definir que la violencia doméstica es la ejercida en el seno de la familia por uno o varios de sus miembros contra uno o varios de ellos.
La violencia doméstica abarca:
• La violencia de género.
• La violencia sobre los ancianos, incluida la que se produce en residencias.
• La violencia sobres los menores.
• La violencia de los menores contra los ascendientes.
• La violencia entre hermanos.
Para examinar las causas de la violencia doméstica en su conjunto es imprescindible que se efectúe un estudio pormenorizado de las causas de las más importantes de las modalidades de violencia doméstica:
• Violencia contra las mujeres por parte de sus compañeros o cónyuges.
• Violencia contra los menores por parte de sus padres.
• Violencia contra las personas mayores a manos de sus hijos.
Existe agresión sexual (que puede manifestarse de múltiples formas) cuando se atenta, con violencia e intimidación, contra la libertad sexual de una persona.
El delito de agresión sexual está sancionado con pena de prisión de 1 a 4 años minimo.
Las penas podrán incrementarse a prisión de 4 a 10 años y a prisión de 12 a 15 años, respectivamente, si concurre alguna de las siguientes circunstancias:
a. La violencia o intimidación se ejerce de modo degradante.
b. En la agresión intervienen dos o más personas.
c. La víctima es especialmente vulnerable, por su edad, enfermedad o situación, y en todo caso, si es menor de 13 años.
d. Si el autor del delito ha hecho valer contra la víctima una relación de superioridad o parentesco (por ser ascendiente, descendiente o hermano).
e. Si el autor hace uso de armas o medios especialmente peligrosos que puedan producir la muerte o lesiones tales como la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro sea o no principal, de un sentido, la impotencia, la esterilidad, una grave deformidad, o una grave enfermedad somática o psíquica.
Si concurren más de una de las circunstancias anteriores, las penas se impondrán en su grado superior.
Comete un delito de acoso sexual aquella persona que, en el ámbito de una relación laboral continuada, docente, o de prestación de servicios habitual, solicita de otra favores de naturaleza sexual para él mismo o para un tercero.
Para que exista el delito es necesario que con tal comportamiento provoque en la víctima una situación muy intimidatoria, hostil o humillante.
El delito de acoso sexual está castigado con pena de arresto de 6 a 12 fines de semana, o multa de 3 a 6 meses.
La pena puede ser modificada dependiendo de las circunstancias en las que se haya cometido el delito, así pueden darse alguna de las siguientes situaciones:
a. Si la víctima es especialmente vulnerable por su edad, enfermedad o situación, la pena a imponer será la de arresto de 12 a 24 fines de semana, o multa de 6 a 12 meses.
b. Si el culpable hubiera cometido el hecho abusando de su situación de superioridad laboral, docente o jerárquica, o anunciando a la víctima de forma expresa o tácita un mal relacionado con las expectativas que la misma pueda tener en el ámbito de dicha relación laboral, docente, o de prestación de servicios continuada, el delito será
castigado con la pena de arresto de 12 a 24 fines de semana o multa de 6 a 12 meses.
En este último caso, si la víctima fuese además especialmente vulnerable, la pena será de prisión de 6 meses a 1 año.
Incurre en este delito quien realice o haga realizar a otra persona actos de exhibición obscena ante menores de edad e incapaces.
Es también delictivo vender, difundir o exhibir material pornográfico entre menores de edad o incapaces por cualquier medio.
El delito de exhibicionismo y provocación sexual está castigado con la pena de prisión de 6 meses a un 1 año, o multa.
Los principales factores de riesgo que conlleva a desembocar en la violencia en la pareja son:
1. Estructura familiar autoritaria y verticalista.
2. Aprendizaje de roles de género estereotipados.
3. Modelos de resolución violenta de conflictos en la familia de origen.
4. Ausencia de modelos sociales que actúen como reforzadores negativos de la violencia.
5. Pautas culturales legitimadoras de la violencia.
6. Respuestas institucionales y comunitarias inadecuadas para los casos identificados.
Con el término violencia en la pareja, y según el objeto de la Ley 1/2004, se hace referencia a la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.
Estudios acerca de la violencia doméstica han demostrado que existen dos variables a la hora de establecer la distribución del poder y, por lo tanto, determinar la dirección que adopta la conducta violenta y quienes son las víctimas más frecuentes a las que se les ocasiona el daño. Las dos variables citadas son GÉNERO y EDAD. Por lo
tanto, los grupos de riesgo para la violencia en contextos privados son las mujeres y los niños, al ser los sectores con menos poder.
La violencia es un problema multifacético donde interactúan factores individuales, relacionales, comunitarios y sociales, por lo tanto, pensar en prevención implica asumir un abordaje integral donde se incorporen distintos niveles de la sociedad y diferentes sectores.
Los programas de prevención son más eficaces mientras más tempranamente se inician las intervenciones, cuando tienen una mayor duración en el tiempo y cuando abordan distintos niveles de intervención.
Se puede hablar de tres programas de prevención:
• El programa de PREVENCIÓN PRIMARIA se define como:
Un proceso que informa, motiva y ayuda a la población a adoptar y mantener formas no violentas de resolución de conflictos familiares, proporciona modelos de funcionamiento familiar más democráticos y propugna los cambios en los contextos de riesgo necesarios para facilitar esos objetivos, dirigiendo la formación profesional y la investigación en esa misma dirección. Desde el modelo de “educación para la salud”, se podría hablar de una verdadera educación para la no- violencia dirigida a las nuevas generaciones, como alternativa a la “pedagogía negra” imperante en nuestra cultura. Asimismo, teniendo en cuenta que la variable género ha sido identificada como un factor relevante en el problema de la violencia doméstica, resultaría esencial el diseño de un modelo educativo no sexista, que permita flexibilizar los estereotipos culturales relativos al género y que, a la vez, incluya en el currículum de la educación formal el aprendizaje de métodos no violentos para la resolución de conflictos interpersonales. La intervención preventiva sobre contextos de riesgo implica el entrenamiento de los futuros padres y madres en métodos disciplinarios no violentos, como un modo de proporcionar a las nuevas generaciones modelos alternativos de ejercicio del poder intrafamiliar.
• El programa de PREVENCIÓN SECUNDARIA:
Tiende a elaborar estrategias de intervención, que dirigidas a la población más vulnerable le proporciona recursos para la identificación temprana del problema y un apoyo social y
accesible. La capacitación permanente sobre el problema de la violencia doméstica, al mismo tiempo, facilita la detección precoz del problema en sus fases iniciales por parte de las organizaciones comunitarias (escuela, hospital, iglesia, policía, instituciones recreativas, etc.). En este plano, es importante subrayar que esta tarea se enfrenta con obstáculos derivados de la resistencia al cambio de los sectores profesionales y de las instituciones, que suelen dificultar la concreción de los objetivos propuestos.
• Finalmente, el programa de PREVENCIÓN TERCIARIA:
Consiste en asegurar los recursos asistenciales para una adecuada respuesta médica, psicológica, social y legal a la población afectada por el problema. Incluye medidas de protección a las víctimas y programas especializados en la atención de víctimas y agresores.